viernes, 21 de junio de 2019

Comentario del capítulo XLII del Quijote



Albert Camus, en Escritos libertarios, contó que son tres las obras que le son referentes: la primera es la Odisea de Homero, la segunda es El Quijote de Cervantes y la tercera, Los hermanos Karamazov, la obra de Dostoievski. No hace falta de otros grandes literatos y pesadores que tengan en tal pedestal a la magna composición de Miguel Cervantes Saavedra. Son la cantidad temática y el estilo son sus bases que lo enaltecen. En el capítulo del que se hace referencia, se observa a un Quijote poseído de una lucidez, lucidez que parecía perdida por la lectura de tantos libros, puesto que construye un sabio discurso para aconsejar a Sancho en el gobierno de su territorio.

El primer pedido que realiza don Quijote a Sancho es el autoconocimiento. Este es un antiguo imperativo que se atribuye al filósofo griego Sócrates, que nos muestra la necesidad de conocernos a nosotros mismos, afrontarnos a la encrucijada que es el universo interior. Don Quijote apela a este “eslogan” para advertir que, sin tal conocimiento, se puede ser víctima de objetivos ajenos al dictamen de nuestro espíritu. Resulta que el autoconocimiento también mitiga las pasiones o deseos. El filósofo Baruch Spinoza, en su obra la “Ética”, explica que el hombre se cree libre, y esto sucede porque ignora que mucho de sus acciones son producidos por los sentimientos y prejuicios inconscientes. Por ello es por lo que Don quijote brinda autorreflexión, pues, de ese modo, ayudará al control (en cierta medida) de nuestra vida.

Otro tema en el que enfatiza don Quijote es en la justicia. Dado que las acciones de una u otra circunstancia son distintas, es difícil impartir justicia bajo un estándar jurídico. En otras palabras, no se puede ser justo utilizando unas mismas leyes para los distintos casos. El filósofo Nietzsche, en su obra la Gaya Ciencia, afirma que lo que es justo para uno, para la otra parte es injusto y, así, en la libre interpretación de los hechos, la justicia no existe. Cervantes Saavedra, conociendo esta subjetivación, en la voz de Quijote, aconseja que, si ha de doblarse la vara de la injusticia, que sea por la misericordia y no por dádivas (regalos).

De los tantos consejos que da don Quijote, el autoconocimiento y la justicia se resalta pues, aunque son temas que la tradición literaria ha abordado, es en esta obra donde la particularidad de su personaje (que es su locura) aconsejando tan sabiamente, le genera una curiosidad y grandeza. ¿Acaso se propone que nuestra lucidez es un delirio consensuado, o sea, una ilusión colectiva? Esa lucidez con la que construimos razonamientos para vivir bien ya sea para autoconocernos o para ejercer la justicia, ¿no son quiméricos objetivos, deseos inalcanzables? Al igual que Sancho, de la acción u omisión seremos responsables. Solo estas reflexiones pueden ser resultados de obras literarias cargadas de sabiduría.

Autor: Edwin Villanueva Amaya