Escrito a mi Niña de sonrisa traviesa

¿De dónde salen estas letras? Mírame escribiendo futuros posibles donde soy feliz. Mírame en la oscuridad de una cueva, en el centro de ese espacio, con la luz de tu mirada tierna, compareciente, iluminándome desde lo alto. Mírame escondido de Dios y con el diablo sobre mí riendo. Quise enseñarte la sinceridad que guarda mi amor y estuve seduciéndote a este pozo de lamentos; no me acompañes, este es un lugar donde no deseo tu compañía. Vive mi niña de sonrisa traviesa sin pesares, será doble preocupación para mí verte sufrir. Siempre estaré para tu amistad aunque este sentimiento sea escozor en mi corazón.
Déjame verte de lejos, a oscuras, condenado en el infierno de este amor prohibido hasta que la muerte le llegue al recuerdo o, lo que más deseo, la lisura de tu mano se decida por la mía. Reiré, pero por ahora deja que los sentimientos me embriaguen de poemas.

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