lunes, 20 de enero de 2020

¿Qué tipo de amor hemos aprendido?


Amiga mía, ojala algún día escuchando mi canción

De pronto, entiendas que lo que nunca quise fue contar tu historia
Porque pudiera resultar conmovedora
Pero, perdona, amiga mía,
No es inteligencia ni sabiduría
Esta es mi manera de decir las cosas

No es que sea mi trabajo, es que es mi idioma.

(Amiga mía - Alejandro Sanz)

Hasta hoy recuerdo tu teatro mudo sobre "qué es el amor" que representaste; hoy comprendo tu preocupación. El estudio sociológico ha incluido al amor como uno de los términos que no tiene una definición exacta porque ha sido alimentado por la metafísica, y por eso, en la práctica es muy difícil la gestión. Además, a través de las diversas formas de expresión, tanto artísticas como de las más próximas como son las vivencias familiares, hemos adquirido una serie de relatos con las cuales hemos construido nuestro concepto de amor. Una de las más antiguas, y dañinas, ideas la encontramos en la biblia. Dios, quien es amor, da vida y mata a su "propia" creación, ignorando los sentimientos. Así, el amor da vida, ejerce posesión y puede conducir hasta la muerte, ya sea como asesinato o como sacrificio. Dios, "autor" de la biblia, define al amor, define que lo que hace es amor. Otras características de este "amor divino" o " amor ideal", ya que a dios se le atribuye todos los caracteres ideales, son la eternidad (para toda la vida y en la misma la muerte) y la infinitud (a pesar de la distancia). Algunos profetas del amor moldean un concepto y ejercen influencia a cierta población, y así, al darle forma, obtienen poder ante personas que siguen su mensaje, sus enseñanzas. 

Por mi parte, muchas veces he escrito que te amo y, sinceramente, no sé qué es. Sabes que cuando lo digo, no es una palabra vacía, esta contiene un mensaje, una carga conceptual que está cargada, principalmente, de sentimientos. Niña de sonrisa traviesa, quiero hablarte de lo que siento por ti, de lo que yo siento y creo en este momento. Este escrito no es un texto de análisis interpretativo, no pretendo ser académico ni divulgativo; este texto tiene el único propósito de ser expresivo cuyo destinatario eres tú. Porque puedes notar una disociación entre la declaración del destino y el alcance de la publicación que te sonarán confusas, debes saber que hay en mi una necesidad de extender esta manifestación a todos los oídos, pero que perduren dulcemente en los tuyos.

Apelando a tus gustos por las baladas, en este texto encontrarás una serie de canciones con las que quiero hablarte de cómo es que yo siento y pienso determinados temas. La selección de las temáticas dependen del fragmento seleccionado, es por ello que encontrarás que algunas estrofas no guardan relación con mi discurso, pido disculpas por esto. Pido disculpas, también, porque quizá profane algunas el sentido de algunas canciones tratando de buscar realidad, realidad en aquello que es poesía, acción que no es correcta; ya me has escuchado decir que el arte en general es la belleza de la mentira.


Mira lo que has hecho que he caído preso

(En tu cuerpo y en tu mente)
Y en un agujero de tu corazón
(En todo estás presente)
Y la libertad, te juro no la quiero
(Si estoy contigo)
Déjame atado a este amor
Atado a este amor

(Mira lo que has hecho - Fabio Alonso Salgado)


Quizá me encuentre en estos versos, en la incertidumbre de mi ser, este ser que se presenta ante ti rendido a tu amor. ¿Qué tan "yo" soy el que tú ves ahora? ¿Qué tipo de metamorfosis he sufrido, inconscientemente, al amarte? Quizá sufro una transformación, y es sospecha porque somos seres circunstanciales que se desplazan en un vaivén de estados. Esto podría revelar que poseemos una identidad amorfa, pero bien sabes que no hay cambios azarosos, sino que hay un propósito. El hacerte feliz, procurarte un bienestar perpetuo es pensar en ti y yo quedar relegado. Mi composición de deseos, sentimientos y otros elementos que me diferencian de los objetos deben eliminarse para que no te limiten y así puedas extender tu potencial. En otras palabras, esta transformación implica suprimir mis propios deseos para hacer florecer los tuyos. Darte la libertad de que seas tú en todo momento es hacer que pienses y decidas por los dos. Dado que el cambio es continuo, ¿Cuánto tiempo duraré cosificándome? En esta manifestación de deseos y sentimientos que tienen como propósito tu realización plena tiene mucho de poesía. No quiero ofender tu inteligencia, sabes que todo esto es mentira que es difícil salir del ego, que nadie da, sino que, si no es político, es un negocio.

Yo prefiero darme tal y como soy

Con todas mis dudas y contradicciones
Yo no quiero fabricar una mentira
Para retenerte para estar contigo.
Yo no puedo ser perfecto
Tengo miles de defectos
Tengo lágrimas,
Tengo corazón.
Si me pides que mejore
Mis fracasos, mis errores,
Dame tiempo
Para ver si puedo andar.

(Yo te seguiré - Alberto Plaza)
Antes de pasar a otro tema, quiero que sepas que soy yo el que se presenta ante ti, que en ningún momento pretendo ser otro, no sé cómo ser otro. Escucha esta advertencia, mi niña de sonrisa traviesa, aunque es usual la alegría y el desborde de la emoción que siento cuando te veo, no creas que son momentos perennes en mí. Solo estoy así. Hay momentos en que estoy confundido y temeroso por la incertidumbre del mañana. Hay periodos en los que estoy abrumado y necesito de la soledad, necesito escribir, dibujar, cantar; y hay periodos en los que me siento solo y necesito de tu voz, el soporte de tu hombro, un beso tuyo, la sabiduría de tus palabras. En general, transito constantemente por estados, y sumando el contexto, mis deseos, mi futuro y mi pasado, todos esos me componen, me construyen, me particulariza. Lo mismo ocurre contigo. Tienes tus particularidades que como puzzle compenetran con los míos, pero tienes, también, otros que, como engranaje, no funcionamos.

No somos perfectos porque no somos objetos cuya fabricación tenía un propósito. Si su utilidad converge con el sentido que lo define, guarda en su potencial la perfección. Nosotros no llegamos con un propósito que antecede a los nuestros. Eres no-útil, ontológicamente hablando; no eres un medio para alguien u otros, sino un fin en ti misma. Quiero que, como yo con los míos, alcances tu sueños. Quiero que en la creación de nuestros caminos, disfrutemos de la compañía uno del otro de la mejor manera. Y si hay actitudes que dificultan la convivencia, que sea la comunicación y el compromiso las herramientas para volver a andar.


Hasta que me olvides voy a intentarlo
No habrá quien me seque tus labios por dentro y por fuera
No habrá quien desnude mi nombre una tarde cualquiera
Hasta que me olvides tanto que
No exista mañana ni después, no no

(Hasta que me olvides - Juan Luis Guerra)


Respecto a la pregunta: ¿Qué tipo de amor hemos aprendido?, en cuanto a mí, tengo casi la certeza de que se trata del amor idealizado (del que yo catalogué de divinizado). Al igual que a ti, me preocupa la idealización y otros vestigios del pasado religioso. Ese que cree que en el sacrificio se encuentra la mayor muestra de amor, mejor dicho, ese que cree que en la maldad o en lo dañino está también el amor; ese que cree que el amor tiene por periodo límite la eternidad. En el proceso de liberación de lo divino, en el despojo de la sombre de dios, he caído en cuenta que el "amor" es un estado. No es categórico ni concluyente, pero es lo que he pensado por ahora. A saber, el amor, al igual que otros sentimientos, tiene determinado tiempo de duración. Podemos sentirnos llenos de amor, pero hay momentos en el que desaparece porque debemos concentrarnos en otras actividades. Así, el amor es una intermitencia, un estado no perenne, no eterno.

Darme cuenta de esto me ha ayudado a sobrellevar este sentimiento amoroso que te guardo. Saber que, si te siento en determinados momentos, no es por la magia del amor, sino, por el compromiso de corresponder de mis sentimientos con los elementos que los originan: tus ojos, tus labios, tu voz, etc. En este punto nace el compromiso como principal factor para perdurar una relación. Esto del compromiso es muy complejo, sobre todo cuando se habla de un compromiso implícito, un compromiso en la cual los participantes dan por supuestas determinadas atribuciones y restricciones. Peor aún, los integrantes de dicho compromiso no se deben fidelidad entre ellos, se deben a lo estipulado en el compromiso. Dicho de otro modo, no somos fieles a las personas, somos fieles al compromiso. En fin, el desafío de la pareja se encuentra revivir constantemente aquellos estados

Es la historia de un amor

Como no hay otro igual
Que me hizo comprender
Todo el bien, todo el mal
Que le dio luz a mi vida
Apagándola después
Hay que vida tan obscura
Sin tu amor no viviré.

(Historia de un amor - Carlos Eleta Almarán)


sábado, 18 de enero de 2020

Al espejo

Recordarás las caminatas bajo faroles de tenues luces, calles dispuestas para leer las almas; siluetas oscuras deambulando acechantes, pero empujadas por el deseo de presencia; caminando, mi mano sentía la realidad en roces temerosos?
Recordarás las hojas, cerca de la iglesia, que, fuera del sobre, cargaban noches de charlas, raíces de este silencioso sentimiento?
Recordarás la libertad de tu lengua para deslizarse sin pudor por el abismo de la locura?
Recordarás la fuerza de los latidos?
Recordarás la proyección de unos cuerpos ácronos hacia circunstancias improvisadas, nacidas por la exigencia de la convención?
Recordarás, por presencia de César Vallejo, los labios oscilantes del beso ideal que hoy debería ser ya distancia; la calidez de esos abrazos tiernos que hoy son dudas?
Recuerda, por favor, porque ese amor que probaste, hoy se siente vivo y vivirá. 
Recuerda, por favor, porque hay un hombre que muere por entregarse a lo que fue.
Recuerda, por favor, porque de no hacerlo volverá a la caverna oscura y dolerá la luz.

En tu cama de sábanas blancas y con el respirador que te hacen sentir vivo, no recordarás.

sábado, 11 de enero de 2020

El guion perdido

¿Que si la vida es una comedia? Estimado poeta, “tristemente”, sigo sosteniendo que sí. Y es triste porque en la estupidez y la ironía rigen su gracia, desde unas rodillas tocando los tablones por la desesperación hasta los talones tamboreando de alegría. El espectro con el que se mide la vida de este gran teatro está en función de esas, y el telón es una guillotina que corta tu último acto (no el último acto). Amigo, bibliófago empedernido, la tragedia mora en la literatura y el drama no es un abismo que recorre transversalmente la vida; y aunque lo pareciera..., déjame hablarte un rato atrás del escenario.

 
Cuánto diera por volver a creer en aquello que me inundaba: dios. Aunque no era fácil sus designios, tenías una línea de acción que daba seguridad, un manual que alivia; todo esto tranquiliza, pero, ahora que no hay un guion, qué sigue, qué hacer, para quién actuar. Esto evidencia la estupidez (en relación con el sentido etimológico estupefacto) existente antes y después de cada acto. Puedes ser un Fausto encerrado entre páginas abiertas hasta la vejez, puedes ser un despreocupado Bolsa alegre viviendo entre rimas; ninguna de ellas te hará superior a otros, solo te harás un erudito o un bufón (categorías de las que no serás exclusivo); para todas ellas serás estúpido. La actividad imperativa de buscar formas para una mejor actuación implica pensar y esto detiene el acto, te deja estupefacto. Luego de una actuación le sigue otra, y luego otra, todas seccionadas por la reflexión tanto para volver a actúa como para revisar lo hecho y sus consecuencias. Cualquiera que sea tu proyecto te categorizará. Piensa en esto, de volver a tener más funciones, ¿Julieta hubiese sido nuevamente una suicida tan joven? ¿María Iribarne hubiese hablado a Pablo Castel? La mayoría, en retrospección, deseamos cambiar en algo nuestro pasado. El deseo, los sentimientos, el ideal son motores de nuestra actividad y proyección, pero todo esto deriva en miedo por el estado de esperanza que alberga. Deseando algo mejor, desde nuestra perspectiva, ¿no te parece estúpido que ellas vuelvan a caer en lo mismo? Ellos son eternos, son categorías de cuyas cargas significativas son originarias. Nosotros no tenemos guion, no hay director; somos nuestros escritores y editores. Pero puede haber otra persona actuando de Julieta, teniendo la posibilidad de no actuar como Julieta. Así como hay un Pablo Castel (otro Pablo Castel) que se molesta a sí con conjeturas que no corresponden con la realidad, teniendo la posibilidad de amar. ¿No te parece irónico? Recordarás lo dicho a Harry Haller, que a los inmortales no hay que tomárselos en serio. ¿Te parece que la vida es una tragedia? Ellos son literatura, y en ello está su tragedia: no pueden, sino, reproducir su guion hasta el final; a nosotros los vivos nos queda el drama y la comedia. Sin embargo, recordarás también el verso vallejano: “Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!”. ¿Cuál es aquel dolor que sobre la arteria aorta proclama su reino perpetuo e inhibe al corazón de su latir? ¿Te parece que no hay una circunstancia posible que no consuele una falla, una perdida? ¿No hay olvido que suprima por instantes los momentos que producen melancolía? Esto puede ser muy subjetivo, lo sé, pero nosotros que estamos detrás del escenario viendo el acto de los otros, ¿no te parece que la entrega a la nada es un precio muy alto por cualquier circunstancia dolosa? Existimos y la capacidad de proyección no “debería” permitirnos terminar como esos románticos (acercando a su significado etimológico de literario), y de terminar así, ¿no sería motivo de ironía?

Puede que no comprendas el sinsentido de la vida, fuente de comedia de esta. Quizá porque el humor es subjetivo; quizá porque de tanta actividad lógica, el toque de absurdo es detalle agridulce; quizá porque de tantos dolores, un momento estúpido, una ironía destella un cielo en mi sonrisa. No te digo que la vida es una comedia irrisoria o la mejor de las comedias, pero, en lo absoluto, no es una tragedia.