(Intertextualidad de fábulas: "Los Gatos" de Melgar y "El gato y los ratones" de La Fontaine)
Mariano Melgar y Jean-Louis La Fontaine son dos escritores que sintieron esa llamada del arte que busca unir a las personas, salir de su yo para unirse al sentimiento social. En una sociedad, donde todo el clima se encuentra convulsionado por ideas contrarias, nace la palabra que emerge entre todas para dar entendimiento de la actitud que procurará el objetivo. El uso de la palabra, la construcción de un texto, está destinado a significar y es innegable que el medio literario que utilizó La Fontaine fue necesario para poder captar la atención de la población e influenciar en su modo de comportamiento. Mariano Melgar, por su parte, lo utilizó para generar consciencia de libertad, que era negado por el sometimiento español de su tiempo. Así, estos dos artistas utilizaron la fábula para cumplir con el llamado de su época. Las fábulas seleccionadas para realizar esta intertextualidad coinciden en muchos aspectos, tanto en su forma como en su contenido.
Estas dos composiciones que se analizan corresponden a fábulas representativas de estos autores. La Fontaine cuenta la reunión que tienen unos ratones para solucionar el problema que les causa el gato Rodilardo, quien los ha diezmado. En la reunión surge una gran idea, que consiste en atarle un cascabel al gato para que su sonido avise su llegada y puedan escapar. Lastimosamente, de todos los ratones ninguno quiso correr el riesgo de acercarse al gato. Mariano Melgar cuenta la historia de tres gatitos “uno blanco, uno negro y otro manchado” cuya orfandad los hace reunirse para tratar de apoyarse entre sí de un perro “endemoniado”. El acuerdo esperado se ve truncado cuando cada uno de los gatos sin manchas deciden declararse el mejor de todos. Con narradores omniscientes, los dos fabulistas tienen como personajes a gatos y a ratones. En la fábula “Los gatos”, Melgar cuantifica a tres gatos, personajes principales: uno de color oscuro; otro, que le hace contraste al primero, es de todo blanco y al tercero que se le describe con manchas. También se menciona a un perro. La Fontaine, por su parte, tiene como personajes principales a los ratones las cuales los presenta indeterminados. En cuanto al gato, en la fábula “El gato y los ratones” solo hace referencia a uno.
La moraleja de las fábulas tiene una misma intención: concretar la finalidad de la reunión. La fábula de La Fontaine dice así: “Así he visto suceder más de una vez/ -y no hablo ya de ratas, sino de humanos-:/ ¿a quién no lo han golpeado los desengaños? / Tras deliberaciones, bellas palabras, / grandes ideas... y, en limpio, nada”. Como vemos, en esta fábula no se concretiza el acuerdo de la reunión. Además, deja incierto el final para que, al distanciarnos de ellos, o al representarnos en los personajes, se nos pueda ser más fácil tomar la decisión. La fábula de Melgar expresa: “Si a los gatos al fin nos parecemos/ paisanos ¿esperamos otra cosa (ser destrozado por quien nos complica la vida)? / ¿Tendremos libertad? Ya lo veremos...”. La reunión de los gatos tuvo como finalidad la unión, por ello, ante el final trágico de estos, el autor termina por involucrarnos con la pregunta ¿esperamos otra cosa? Ambas fábulas, en español, se encuentran presentadas en versos. Mariano Melgar presenta su fábula con versos endecasílabos (de once sílabas métricas y con rimas consonantes ordenadas ABAB CDCD EFEF GHGH IJIJ KLKL. En cuanto a la traducción de la fábula El gato y los ratones, también presenta versos endecasílabos apoyado de sinéresis en gran cantidad, cuyas rimas que presentan son asonantes.
La Fontaine cuenta con una vasta producción de fábulas que son parte de la literatura universal, entre ellas tenemos: La hormiga y la cigarra, el cuervo y el zorro, el lobo y el perro, etc. Melgar no tiene la gran cantidad de fábulas que sí tiene La Fontaine -ya que se le conoce por su extensa producción de poemas-, pero eso no resta que consideremos a las otras como dignas de ser compartidas y difundidas. Las fábulas de Melgar son: El asno cornudo, El cantero y el asno, El ruiseñor y el calesero, La ballena y el lobo, Las abejas, Las aves domésticas, Las cotorras y el zorro y, por último, Los gatos.
Autor: Edwin Villanueva Amaya