La segunda juventud

 Reflexión

Pongamos en nuestra mente a una persona que, a causa una enfermedad, no genera nuevos recuerdos. ¿Qué le impide suponer que *la existencia de todo se ha creado recién*? Nada, ¿verdad?


Al parecer, *los recuerdos son aquellos que nos proporciona un pasado: haber vivido*. Cuando creemos tener toda una vida por delante, no nos interesa el futuro y pocas veces reparamos en el pasado. 


*Durante la senectud*, se cae en cuenta que ya no se tiene mucho tiempo de vida y, por eso, se vuelve muy importante el pasado; tanto que regresar a *la juventud se convierte en un anhelo*.


Pensado de este modo, el alzhéimer, enfermedad que no permite evocar recuerdos, es una enfermedad penosa.


Regresemos a la persona anciana que imaginamos al inicio: tú. Claro, no recuerdas que ya fuiste anciano, era de lo que te hablaba. Ahora con tu juventud, con tu segunda juventud, ¿estás generando recuerdos o te estás reprimiendo por el qué dirán?

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