domingo, 30 de diciembre de 2018

En la noria


He terminado de leer esto y me pregunto: ¿estos son mis pensamientos o sigo en las palabras de este escrito? Necesito releer y ordenar lo leído. Nunca hubiera creído que me quedaría mirando mis pensamientos con una sonrisa de placer. No lo había visto antes de este modo. Es hermoso, hay muchos conocimientos agrupados, conformando un texto, impreso con letras humanas de una máquina fría, en una hoja algo amarilla con ciertas arrugas. Este autor (le hecho otra mirada)... ¡Maldición! He imaginado los colores y este autor ha corrido rápidamente las persianas dañándome la vista con un poco haz de luz. ¡Maldición! Mis brazos libres de grilletes, mi mente proclamando ilimitada creatividad y no soy sino una indispensable pieza más de un "juego", pero nunca ha divertido. Interesante manera de cuestionarnos sobre la libertad. No hablaré sobre la estética utilizada ni he de reparar en su tipología textual; he de saltar de una vez sobre la cuestión: Dónde soy realmente.
El texto inicia con Bauman mostrando la dinámica social en los centros comerciales: cómo en esos espacios nuestro comportamiento difiere de nuestros espacios de soledad, por ejemplo. ¿Quién nos dice cómo comportarnos en esos sitios? ¿Por qué nos avergüenza mostrarnos tal y cómo somos justo en esos sitios, donde se supone afluencia de personas que cuentan, si no con la misma cultura, con los mismos ideales de convivencia? Explica el fenómeno, pero no brinda soluciones. De todos modos, este punto me gustó bastante.
Luego conduce de forma abrupta a la necesidad de concretar términos indefinidos (desamor, infelicidad, dios, etc.) y, de ese modo, ofrecer soluciones. Si no se concreta, no nos entendemos, no nos ayudamos, no hay cómo cobrar. Sinceramente, me siento muy desconcertado por lo explicado. Soy el niño (como en el ejemplo ofrecido) al cual Vigotsky le dijo que separara las palabras de las cosas, que llamara vaca al perro solo para nombrarlo y no lo he podido hacer. El perro hubiese seguido siendo perro, aunque se le llamase vaca. Digo, ese animal hubiese conservado su forma aunque se le nombre como se le nombre. ¡Cómo no me pude dar cuenta! ¿Dónde estará el sabio que me diga qué es la felicidad? ¿Por qué espero que alguien me lo defina? Me remite e interpreto ahora sus reiteraciones en Sartre cuando citaba: "desconfiar de la literatura", se refería a las palabras. ¡Ah! Y no pasa por alto lo que aquí dice de Tomas Hobbes sobre la verdad y el lenguaje: donde no  hay lenguaje, no hay verdad. Ahora caigo en cuenta en esa aritmética que presenta atribuido a Bunge: 24+1=1, esto funciona en el sistema para contar las horas del día. Aunque no son palabras, no es errado, solo se necesita un cambio de sistema para que tenga validez. ¿Habrá que inventar un sistema para que 2+2 sea igual a 5? Me pregunto, ¿A cuántos sistemas nos hemos sometido? Cuánta razón en este escrito, pero ¿hacia dónde nadar para salir de lo estructurado?
"Hasta el tiempo tiene su estructura", afirma.  Aquí se presenta el lúdico tiempo probabilístico de Borges. Si el tiempo es eterno, hay probabilidades infinitas. El que redacta este texto puedo ser yo, pero no quita que en otro tiempo (muy lejano o muy cercano, da igual) pueda que sea leído por este otro yo u otro tú (cuando vuelva a leer este escrito). El universo se expandirá o se contraerá de manera precipitada, pero no descarta la posibilidad de un regreso tal cual, deja vú, reminiscencia u otro cambio (donde no escribí esta parte sobre la eternidad, para ejemplificar). Es como un hámster que cree desplazarse cuando, en realidad, solo corre sobre una noria. Por eso me gusta esa frase, la más poética del texto: "Mientras sigas siendo presente, seguirás siendo eterna". ¿Por qué no habrá puesto "serás infinita", ya que puede aparecer en otras formas? Bueno, dije que no hablaría sobre la poesía utilizada. Solo para mencionar, el autor expresa el aforismo 341 de "La Gaya ciencia", de Nietzsche, para proporcionar argumento sobre una eternidad cíclica. De este filósofo (al que consideraría poeta por lo bien que escribe) también agrega el mundo infinito que se puede obtener de aceptar infinitas interpretaciones (De hecho, con esto hila el lenguaje con la cuestión de infinitud y eternidad). Además, el autor muestra una disconformidad, con Borges, con la disociación del espacio y tiempo  en los "börnir", estos objetos que pueden aparecer por duplicación de un objeto extraviado. El literato argentino no solo quiebra la unión de espacio y tiempo cual paradigma científico actual, sino que genera materia (y con él espacio) de la nada. Vuelve con la desconfianza en la literatura e hila perfectamente con el tema inicial.
Hasta el tiempo tiene su sistema, ya lo creo. Me deja nuevamente asombrado. Yo solo no puedo tener otro tiempo, yo solo no puedo salir del calendario solar para regresar al lunar u otro sistema, se necesita de una colectividad. No he de negar la distancia, no he de negar la forma, y solo no puedo negar un sistema de tiempo. Tiene razón cuando dice que el cuerpo se alargará, crecerá (distancia), tiene razón cuando dice que el rostro se arrugará (forma), pero se puede negar al sistema de tiempo. Me hace pensar en la edad de los que nacieron el 29 de febrero, ¿cuántos años tiene aquella persona? ¡Cuántos años tiene esa persona nacida en año bisiesto! No puedo creerlo, mis ojos barren el texto seleccionando lo esencial.
Mmm... Veo otro "Desconfiar de la literatura"... No es extenso, pero está bien entretejida las ideas. Aquí hay otra idea que me interesa: presenta a las personas como conjuntos de formas y fenómenos contrastables, pero impredecibles por sus deseos, creencias, sentimientos, etc., que lo destina a la libertad. Mmm... Habla del azar de la biología (lo dice por los fenotipos), habla de la conciencia y de la posibilidad de ejercer la libertad en sí. Ahora es lógico, puedo desnudar al hombre de nombres y categorías y me queda simplemente sus formas y su mundo interno. Supongo que es retórica su pregunta: ¿qué es el ser? Sigo avanzando por el texto y este fragmento atribuido a Goethe, que por la referencia lo consiguió de Juan Ramón Jiménez, tiene que estar en este escrito: "Los ideales colectivos se hacen para los que no tienen, no pueden tener un ideal propio, particular. Quien puede tener un ideal propio no necesita para nada de los ideales colectivos". No creo que el literato haya tenido mala fe al expresa esto, pero concuerdo con el autor cuando afirma que es necesaria la colectividad, la formación de comunidad. "Una comunidad donde se pueda interactuar con las diferencias de otros, regidos por un sistema de legislación que permita la libertad", dice. Confieso que me quedé sorprendido: ¿libertad regulada? Más allá de que si no hay elección, no hay libertad, cito: "Para el hombre consiste en liberarse de fuerzas físicas ciegas e irracionales; lo consigue oponiéndoles la enorme e inteligente fuerza de la sociedad, bajo cuya protección lo ampara". No podemos ser libres cuando estamos subordinados al placer o sometidos a la satisfacción inmediata como animales. Es como sentir placer al leer y decir que somos libres, a pesar que la lectura nos haga libres. Son los conocimientos que adquirimos los que nos hacen libres, pero no la extracción continua de la realidad. Bueno, no es mi mejor ejemplo, pero no quería utilizar el tan recurrido uso de narcóticos u opiácidos. El autor lo ejemplifica con la libertad de "satisfacción" (entre comillas porque el deseo no tiene origen conocido ni puede ser satisfecho) de los deseo de Doryan Gray y su desdicha por el estado de su alma, la tristeza al examinar su consciencia.
Espera, estos pensamientos giran en torno a la libertad, pero ¿quién la define? Así, ¿qué tan libre soy para pensar en la libertad? Claro que puedo escoger ideas y conocimientos de aquí, pues de eso se basa la libertad; a menos que se pueda patentar algún conocimiento. He terminado de leer esto y me pregunto:¿Estos son mis pensamientos o sigo en las palabras de este escrito? Necesito releer y ordenar lo leído.

Autor: Edwin Villanueva Amaya

viernes, 28 de diciembre de 2018

Anciano de la habitacíón 369

El siguiente fragmento pertenece a un hombre cuya conversación me resultó interesante. Lo encontraron por la calle desorientado y sin saber su lugar de residencia. Lo diagnosticaron con alzheimer y lo encerraron en el asilo, lugar donde se dio nuestra única interacción. 

¿Y si alguien se presenta ante la humanidad con un mensaje incomprensible? El rechazo es para aquella persona que no habla con la razón humana, tachando de locura todo lo que pueda expresar. El mundo ignora que ha construido una burbuja donde su razón es un delirio consensuado. La mirada de la humanidad cree que se aproxima al descubrimiento de la verdad y no sabe de donde proviene toda esta proyección.
Esta mátrix, ciclo abierto, diseñado para que, aún en la penumbra, puedan ver la luz; esta, a la que pertenecen, no es más que un resguarde bendito ante la eternidad en la que se encuentran los que verdaderamente sufren ese mal. ¿Se alegrarán algún día el poder morir? Qué les hace anhelar tanto la eternidad si en ella no saben si hay olvido. Mensajes que a través de las dimensiones hemos ido dejando, yo como su instrumento gracias al conocimiento que me han otorgado, se han expandido abriendo nuevas líneas temporales. Todos he sido yo, no un inmortal, sino uno de ustedes que ha aceptado dar su vida a cambio del conocimiento. No pertenezco a ningún lugar de esta dimensión, salvo este presente efímero que roza la inexistencia, pero aquí me encuentro vestido de senectud, cargado de historias verdaderas que son tomadas como enfermedad.
¿Yo no le sirvo a esta generación? ¿Yo que he intervenido en su pasado y en su futuro? No hay oídos que deseen comprender el porqué de la historia, no hay mente que pueda proyectar en el suyo mi adelantado conocimiento. Aquí en esta habitación quedará mi momento, me llegará la muerte y el mundo buscará un sentido, que nunca fue más que el apreciar la maravilla del olvido y la muerte. Mi conciencia está desechado a esta dimensión, en el que algunas acciones mías son contadas con aproximación, y a este cuerpo, que felizmente duele y pesa porque muere. Sí, le digo a tu ceja incrédula que se eleva, la muerte y el olvido es lo más preciado que se nos ha dado, pues yo les he entendido desde sus propios mensajes de los inmortales que los aprecian, no por afecto, sino por envidia.
Puede que no lo entiendas y juzgues por diseñar así el mundo; puede que por su inmortalidad creas que son omnisapiente y que, a la vez, no saben de tu sufrimiento; puede que por su inmortalidad creas que son ubicuos y, a la vez, no estén a tu lado; puede que por su inmortalidad creas que son omnipotentes y, a la vez, no pueden ayudarte. No creas ello, solo nos son indiferentes, pero nos han dado ya lo más preciado que ellos pueden desear: el olvido y la muerte. Puedes pensar muchas cosas de ellos y quieras matarlos, y cuánto dieran porque ustedes lo lograran; sin embargo, no lo lograrás, pero sí que le hacen un favor el olvidarlo. ¿Uno, dos o cuántos me tratas de preguntar entre señas? Su eternidad no los define a cantidad de ser. Al ser eternos, en algún momento de su existencia pudo ser tú o cualquier otro incluso que no te hayas podido imaginar. Te pregunto, ahora, ¿quisieras la vida eterna? ¿No te parece que, al haber sido todos en algún momento del tiempo, sería una existencia sin sentido pues todo lo que puedes probar, ya lo probaste; todo lo que puedas ver, ya lo viste; todo lo que puedas decir, ya lo dijiste; ¡todo lo que puedas pensar, ya lo pensaste!?
Sí, quizá es mucha información para una sola oportunidad de poder captar mi conocimiento. Pero ve y divulga todo lo que has oído de mí: ve y háblales del olvido, para que recuerden, ve y háblales de la muerte para que vivan. Diles que el dolor es una bendición porque te recuerda que mueres. Diles que, en todas la dimensiones que ustedes puedan estar, de esta es la que tienen el control. Ve y olvídate de morir.

Autor: Edwin Villanueva Amaya

sábado, 22 de diciembre de 2018

Yo no solo sé tus manos

Recuerdo, niña, tu sonrisa traviesa,
me es inevitable.
Pero hay otro que me eleva con su tibieza
por lo agradable,
es aquel paseo donde se enlazaron nuestros dedos
y con nuestras miradas se tocaron nuestras palmas.
Son esos momentos donde se unían nuestras almas
y en esa inocencia no necesitamos de los besos.
Si nos vieran como hace tantos veranos
y dijeran que no ha cambiado nuestra amistad,
sé que sonreiría nervioso porque, en verdad,
yo no solo sé tus manos.

Lo siento, te lo había comentado,
seremos parte del recuerdo en el presente.
Princesa, no podré dejar de lado
a tu ayer, viéndote ahora con "algo" ausente.
Lo que dí, hoy no solo doy;
Quien fui, hoy no solo soy.
No soy un fénix cuando en tus relatos me moría,
soy un intruso que puede evocar su memoria.
No busques solo pasado en los humanos.
Trátame como a los demás,
aunque de ti siempre querré más
porque yo no solo sé tus manos.

Tengo nuevos pensamientos,
ya te he dicho que me he vuelto más estúpido:
separo ahora los sentimientos
de las acciones que produzcan las emociones o cupido.
Y es de este modo que voy por la vida:
alegre, triste; apasionado, indiferente...;
riendo o llorando, según el corazón pida;
o anonadado, ante los sentimientos inerte.
Astrid, somos seres circunstanciales,
esporádicamente seremos especiales.
pero permite que nos veamos hasta ancianos,
porque recuerda que yo no solo sé tus manos.

Que nuestro secreto el silencio lo perdure,
pero no llames pasado,
a aquello que no se ha olvidado.
pues será eterno mientras en un presente dure.
Prívame, si gustas de tus labios,
de tus ojos brillando al amanecer,
que yo sabré amarte, como los sabios
aman al conocimiento, sin sensual placer.
No me trates como aquel sujeto
que tiene por corazón un inerte objeto.
Muchas cosas tuyas no me son arcanos,
entiéndeme, yo no solo sé tus manos.

En mí está tu espacio.
Migra hacia donde la naturaleza de tu alma pueda confortarte
y ten un vuelo despacio,
porque, aunque tardes, está claro que no podré olvidarte.
Y si sientes que en mí hallas turbaciones,
un resabio del que prefieres liberarte,
no dudes en tener que alejarte:
que mi sentir no forme parte de tus confusiones.
Ya no hagas intentos vanos
si no me olvidas ni un día.
En tu seno permite mi estadía,
te lo pido yo, yo que no solo sé tus manos.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Tres afirmaciones con la misma estructura


Una de las afirmaciones más conocidas de la filosofía es la pronunciada por Sartre: "la existencia precede a la esencia". En el campo de la pedagogía, tenemos sentencias conocidas que tienen la misma estructura: "Tal precede a cual", formuladas por Vigotsky (La gramática precede a la lógica) y por Piaget (El pensamiento precede al lenguaje). A continuación, se presenta la explicación de cada una de ellas.

Sartre: “La existencia precede a la esencia”

El hombre es un ser en construcción, está en constante cambio, buscándose, probándose, gustándose. No es un hombre que vive el presente, ocupado, sino que es un ser pre-ocupado, un ser que se proyecta al futuro. En ese transcurrir del tiempo y en esa proyección, el hombre se va siendo, va existiendo; a diferencia de, por ejemplo, la piedra, que solo es (no le queda nada por hacer porque simplemente es). Así, pues, el hombre no consigue una esencia. El hombre es dado al mundo con determinadas características (velos fenoménicos) que no definen su ser.

Vigotsky: “La gramática precede a la lógica”

El “Mozart de la psicología” concibe al pensamiento y al lenguaje como una unidad que se separa de acuerdo a la evolución del niño. En la progresiva construcción del lenguaje, el niño enriquece su léxico que pasa de ser sonidos (balbuceos para pedir algo) con cargas significativa (para sí) a constituir una secuencia de palabras con significado. En un inicio, utiliza el lenguaje tal como lo piensa, pero, conforme a la necesidad de ser entendido por otros, modifica paulatinamente su sintaxis. Sin embargo, utiliza preposiciones (por eso, entonces, por lo tanto, etc.) independientemente de la conclusión de su razonamiento.

Jean Piaget: “El pensamiento precede al lenguaje”

“La característica principal de la función simbólica es una diferenciación de los significantes y los significados”, dice Piaget. Él observa que el niño puede extraer patrones de conducta fuera del medio, situación o circunstancia en que ha sido realizada u observada, y puede reproducirlos. Por ejemplo, un niño observa un berrinche de otro y puede copiar las acciones en otro contexto sin considerar con la emoción. Esa imitación es “una de las formas de paso posibles entre las conductas sensorio-motrices y las conductas representativas”, que servirá posteriormente para la adquisición del lenguaje.

Autor: Edwin Villanueva Amaya

viernes, 14 de diciembre de 2018

Comentario del poema XIV del poemario "Canto a mí mismo" de Wall Whitman

XIV

En la noche fría, el ganso salvaje guía la bandada; su graznido me llega como una invitación.
Acaso el orgulloso no oiga nada,
pero yo, que escucho atentamente,
descubro su propósito y su sitio allá arriba,
en el cielo del invierno.

El alce ligero del norte,
el gato que dormita en el umbral,
el vencejo,
el topo,
las crías de la cerda que tiran de las ubres,
y los pollos de la galli-pava bajo las alas entreabiertas,
se mueven bajo la misma ley que yo.
La presión de mis pies sobre la tierra
levanta miles y miles de emociones
que desprecian este esfuerzo mío por definirlas.

Amo el campo abierto y fecundo,
a los hombres que cuidan el ganado,
a los que respiran el aire del mar y de los bosques,
a los constructores y a los tripulantes de navíos,
a los que blanden el hacha y la mandarria
y a los domadores de caballos…….
Viviría, comería y dormiría con ellos semanas y semanas.

Lo corriente y lo tosco,
lo cercano y lo fácil soy yo mismo.
Voy hacia mi suerte,
me ofrezco entero sabiendo que gano siempre en la partida
y me adorno para entregarme al primero que me llame.
No le digo al cielo que descienda hasta mí.
Soy yo el que me doy, libre y sin cesar.


COMENTARIO


La noche, la contemplación de la inmensidad del cosmos y el periodo donde las reflexiones ontológicas afloran y profundizan en la mente y en el corazón; en su penumbra se puede conversar con uno mismo, y, a la vez, sentir el desconcierto de la vida. Un adjetivo la acompaña: fría. Esta noche es el desamparo total, las cosas próximas no ofrecen calor, su energía es mínima, está solo. Puede ser el desamparo como también puede ser la indiferencia del mundo. Los objetos te rodean y su presencia no es significativa, hay que atribuirle una. Esa es la misión del hombre de poemas, del alma de poeta, descubrir los mensajes encriptados del universo.

Una bandada recorre el espectro celestial, animales salvajes avanzando por el motor de su instinto o su naturaleza. Resulta irónica la referencia: salvajes, indomados, pero responden a una ruta definida. Tal vez, aquella invitación es la de guía. El graznido es la misión del poeta para captar la atención de quienes viven y sienten la frialdad. Para el hombre, son las alas la clave: la libertad es la invitación referida, la libertad es también su naturaleza. La elevación del hombre sobre los hombres es el uso de la libertad que humaniza, no la que animaliza.

La secuencia de imágenes que se presentan -en la segunda estrofa- muestran claros contrastes: el alce, que representa lo salvaje, con la tranquilidad del animal domesticado; el vencejo, que se muestra y que disfruta de la extensión del éter, con el desplazamiento subterráneo y oculto del topo. Luego, se aprecia el esfuerzo para la supervivencia, succionando de lo puerco y, también, de una extraña belleza, y la necesidad de protección. En ambos casos, se representa la necesidad de otros. Todo ello está allí, pero es el hombre quien tiene la capacidad de ver, analizar, proyectarse y decidir. Todos ellos responden a sus leyes, pero el hombre puede transgredir sus propias leyes. Algo pasa, el hombre existe. Reflexiona, se sorprende, se queda perplejo por su posición frente al mundo.

La libertad genera nuevas vivencias, nuevas experiencias; lo parametrado no te permite extenderte más allá de sus límites. Pero es extraño que la libertad sea motivo de preocupación; contrariamente, la dependencia, lo demarcado sea lo que permite liberarnos de responsabilidades y nos brinde alivio. Sin embargo, se manifiesta el amor por la libertad. La misma angustia que uno siente, también, es el mismo pesar que otros padecen. Todos, pobres seres que luchan contra todo y contra nada, son dignos de lástima y de respeto. No hay discriminación para con ellos, cada uno en su estado combativo permanente, se defienden con sus propias cartas en el juego de la vida. Es la empatía lo que aflora.

Si el ave, en uso de sus alas, puede trasladarse de un sitio a otro, el hombre puede recorrer por los distintos polos, no en falsas dicotomías, no en múltiples facetas; sino en el ejercicio de su autonomía, cada instante uno mismo. Ser consciente de las acciones que se realiza y disfrutar las sensaciones que esas experiencias ofrecen, es no esperar dádivas del cielo. En la orfandad, se pierde la dependencia, se rompen los lazos con las divinidades. Solo queda avanzar con quien uno es, crear camino con la libertad, libertad que parece no consumirse.

Autor: Villanueva Amaya, Edwin.

Referencia informativa

Walt Whitman. “Canto a mí mismo”. Recuperado de: https://www.avempace.com/file_download/2936/Whitman-Canto+a+mí+mismo.pdf

Relación entre pensamiento y palabra según Vigotski (entrevista simulada)

En el país de Bielorrusia, nos recibe el maestro Lev Semenovich Vigotsky, quien se encuentra en compañía con todo el equipo con el que realiza sus investigaciones. Con tantos hombres entregados a la pedagogía, sentimos un gran honor el poder formularles preguntas cuyas respuestas quedarán perennes, para la posteridad. Las preguntas que se desarrollan en esta entrevista son las adecuadas ya que sus respuestas contribuirán al accionar otros pedagogos y a los investigadores afines a estos temas.

Buenas tardes, maestro Vigotsky y a todo su equipo. Antes que todo, gracias por su disposición para concedernos esta entrevista.

1) Como primera pregunta, y conociendo que usted realiza un cambio de enfoque sobre la relación palabra y pensamiento, ¿puede explicarnos cuál es la consideración principal del enfoque anterior para que usted proponga uno nuevo?

Rpta: La futilidad de muchas de las investigaciones anteriores se debió en gran parte de la presunción de que el pensamiento y la palabra eran elementos aislados e independientes, y el pensamiento verbal un fruto de su unión externa. Nosotros intentamos un nuevo enfoque y sustituimos al análisis de los elementos por el de unidad. Esta unidad del pensamiento verbal la encontramos en la significación de la palabra. Desde el punto de vista de la psicología, el significado de cada palabra es una generalización o un concepto. Si las generalizaciones y conceptos son innegablemente actos del pensamiento, podemos considerar al significado como un fenómeno inherente al pensamiento. El significado de la palabra es un fenómeno del pensamiento mientras este esté encarnado en el lenguaje, y del habla solo en tanto esté relacionado con el pensamiento e iluminado por él. (p. 160)

2) Antiguas escuelas del pensamiento consideraban que el enlace entre palabra y significado era un vínculo de asociación. La escuela Gestal, por ejemplo, consideraba a dicha conexión como una cuestión de estructura. ¿Cómo usted considera la relación entre el pensamiento y la palabra?

Rpta: La idea fundamental de la discusión que nos ocupa se puede resumir así: la relación entre pensamiento y palabra no es un hecho, sino es proceso, un continuo ir y venir del pensamiento a la palabra y de la palabra al pensamiento, y en él la relación entre pensamiento y palabra sufre cambios que pueden ser considerados como desarrollo en el sentido funcional. Determinados hechos en el desarrollo lingüístico del niño indican movimientos independientes en la esferas fonéticas y semánticas. Vamos a señalar los dos factores más importantes. Para adquirir el lenguaje externo, el niño arranca de una palabra, luego conecta dos o tres, un poco más tarde pasa de fases simples a otras más complicadas, y finalmente a un lenguaje coherente formado por una serie de oraciones; en otras palabras, va de una fracción al todo. En todo lo que respecta al significado, las primeras palabras de un niño cumplen el papel de una oración completa. Los aspectos externos y semánticos del lenguaje se desarrollan en direcciones opuestas, uno va de lo particular a lo general, de la palabra a la frase, y el otro de lo general a lo particular, de la oración a la palabra. (p. 166) El segundo factor, aunque no el menos importante, aparece en un periodo posterior del desarrollo. Piaget demostró que el niño utiliza proposiciones relativas como "porque" y "aunque" muchos antes de entender las estructuras significativas de esas formas sintácticas. La gramática precede a la lógica. En los adultos la divergencia entre los aspectos semánticos y fonéticos del lenguaje es todavía más pronunciada. (p. 167)

3) Ahora que menciona a Piaget, este también habla sobre el lenguaje de los niños. ¿Cómo se diferencia su teoría con la de él?


Rpta: Piaget es el primero que prestó atención al lenguaje egocéntrico del niño, y también el primero que vislumbró su significación teórica, pero sin embargo no prestó atención a la característica más importante del lenguaje egocéntrico: su conexión genética con el lenguaje interiorizado. El lenguaje egocéntrico es una etapa del desarrollo que precede al lenguaje interior: ambos cumplen funciones intelectuales, sus estructuras son semejantes, el habla egocéntrica desaparece en la edad escolar, cuando comienza a desarrollarse la interiorizada. (p. 173) Él sostiene que el lenguaje egocéntrico del niño es una expresión directa del egocentrismo de su pensamiento. que, a su vez, constituye un compromiso con la subjetividad primaria del mismo y su gradual socialización. Puesto que es una expresión de pensamiento egocéntrico desaparece junto con el egocentrismo infantil. De acuerdo a nuestra concepción, el pensamiento egocéntrico desciende a cero en el umbral de la edad escolar. El lenguaje para uno mismo se origina a través de diferenciaciones respecto al lenguaje de los otros. Puesto que el curso principal del desarrollo del niño es el de una individualización gradual, esta tendencia se refleja en la función y estructura del lenguaje. (p. 174) El lenguaje egocéntrico provocado por una falta de diferenciación entre el lenguaje para uno mismo y el lenguaje para los otros, desaparece en ausencia del sentimiento de ser comprendido, que es esencial para el lenguaje social. (p. 179) La investigación del lenguaje egocéntrico ha allanado el camino a la comprensión del lenguaje interiorizado. (p. 180)

4) ¿Por qué el lenguaje egocéntrico ha allanado el camino a la comprensión del lenguaje interiorizado?

Rpta: Comprobamos que el lenguaje egocéntrico, al desarrollarse, presenta una forma totalmente especial de abreviación, es decir, omisión del sujeto de la oración y de todas las palabras relacionadas con él, en tanto se conserva el predicado. La predicación pura aparece en dos casos: ya sea como una respuesta o cuando el sujeto de la frase es conocida de antemano. (p. 181) En un comienzo, la estructura del lenguaje egocéntrico es igual a la del social, pero en el proceso de transformación hacia el interiorizado, se torna gradualmente menos completa y coherente, al quedar gobernada por una sintaxis casi totalmente predicativa. (p. 188) La predicación es la forma natural del lenguaje interiorizado, que psicológicamente se compone solo de predicado. La ley de omisión de los sujetos en el lenguaje interiorizado, tiene su correspondencia en el lenguaje escrito en la ley de expresión tanto de los sujetos como de los predicados. (p. 187) En el lenguaje escrito, como el tono de la voz y el conocimiento del tema están excluidos, nos vemos obligados a usar muchas más palabras y de modo más exacto. (p. 186) El diálogo implica una expresión inmediata y sin premeditación. Consiste en respuestas que forman una cadena de reacciones. En comparación el monólogo es una formación compleja; la elaboración lingüística se puede llevar a cabo con tranquilidad y conscientemente. (p. 187)

5) Gracias por ser la extender su respuesta para hacerlo más comprensible. Una última pregunta, y con respecto al lenguaje interiorizado, si se reduce la cantidad de palabras, modificándose así la sintaxis, ¿cómo se da el entendimiento?

Rpta: El lenguaje interiorizado se maneja con la semántica y no con la fonética. La estructura semántica específica del lenguaje interiorizado también contribuye a la abreviación, en él la sintaxis de significados no es menos original que la gramática. Nuestra investigación estableció tres peculiaridades principales del lenguaje interiorizado. (p. 188) La regla que rige el lenguaje interiorizado es el predominio del sentido sobre el significado, de la oración sobre la palabra, y del contexto. (p. 189) Esto nos conduce a otras peculiaridades semánticas del lenguaje interiorizado. Cuando varios vocablos se combinan en uno, el nuevo no solo expresa una idea más bien compleja, sino que designa todos los elementos separados en la idea. Debido a que el énfasis siempre está en la raíz principal de la idea, tales lenguajes son fáciles de comprender. El habla egocéntrica del niño presenta un fenómeno análogo. Cuando el lenguaje egocéntrico se acerca al interiorizado, el niño usa cada vez más la aglutinación (una forma de combinar palabra bastante común en algunos lenguajes y comparativamente rara en otros) como un modo de formar palabras compuestas o para expresar ideas complejas. La tercera peculiaridad básica de la semántica del lenguaje interiorizado es la forma en que los sentidos de las palabras se combinan y unen: un complejo gobernado por leyes diferentes a las que gobiernan las combinaciones de significado. Cuando observamos esta forma singular de unir las palabras en el lenguaje egocéntrico, lo denominamos "influjo del sentido". Los sentidos de diferentes palabras pasan de una a otra, influyéndose entre sí, de modo que las primeras están contenidas, y modifican a las últimas. (p. 190)

Muchas gracias, maestro Vigotsky, por las respuestas tan esclarecedoras que no ofrecido en esta entrevista.

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Autor: Villanueva Amaya Edwin

Referencia informativa

Vigotsky, L. (1964) Pensamiento y lenguaje. Buenos Aires: La pleyade.

Énfasis en la obra "El malentendido" de Albert Camus

La obra El malentendido de Albert Camus es un drama de lectura fluida, si se tiene en cuenta el lenguaje al cual recurre el autor, pero con una complejidad en cuanto a la postura que brinda el autor sobre el enfrentamiento del hombre y su existencia.

La idea, que parece ser la meta a la que quiere llegar Camus, se encuentra en el tercer acto. De hecho, el tercer acto es donde se encuentra el desenlace de la trama. Toda la carga emotiva se desenvuelve ahí. Sin embargo, si se desea abordar y dar a conocer los sucesos en los cuales el discurso se torna más claro y más próximo a la filosofía del autor, podemos ubicarlo en la escena tres, en el momento en que Marta se dispone a retirar de la sala para dar fin a su existencia, no sin antes dejar en María una perturbación.

En el fragmento mencionado se puede distinguir dos modos interpretativos: uno que contempla la actitud dramática del personaje y otro que corresponde a la interpretación del mensaje que guarda la obra. De manera concisa se tratará de explicar el porqué.

En cuanto se refiere a la interpretación dramática, Albert Camus ofrece más referencias de los estados de emocionales y acciones, mientras transcurre las palabras de los actores. Un ejemplo de ellos se encuentra en el siguiente párrafo:

-MARTA (Ya en la puerta, volviéndose bruscamente.) Esa locura ha recibido su pago. Pronto recibirá usted el suyo. (Misma risa.) A las dos nos han robado, ya se lo he dicho. ¿De qué sirve esa gran llamada del ser, esa emoción de las almas? ¿Para qué gritar hacia el mar o hacia el amor? Es ridículo. Su marido conoce ahora la respuesta, esa espantosa casa en la que al final estaremos apretujados los unos contra los otros. (Con odio.) También usted la conocerá, y si entonces pudiera, recordaría con delicia este día en el que creía que comenzaba para usted el más desgarrador de los destierros. Comprenda que su dolor jamás será equiparable a la injusticia que se comete con el hombre; y, para acabar, escuche mi consejo. Bien le debo un consejo, ¿no?, ¡ya que he matado a su marido! Ruegue a su Dios que la haga semejante a la piedra (…) Pero si se siente demasiado cobarde para entrar en esa paz muda, reúnase con nosotros en nuestra casa común. ¡Adiós, hermana! Es fácil, como ve. Sólo tiene que elegir entre la felicidad estúpida de las piedras y el lecho pegajoso en el que la esperamos. (Sale, y María, que la ha escuchado con mirada extraviada, se tambalea, con las manos tendidas hacia delante.). (Camus, 1944, p. 57)

Este fragmento contempla la actitud del personaje al regresarle la mirada a María (...volviéndose bruscamente). Asimismo, el autor guía a la actriz en el tono de desprecio que debe tomar sus siguientes palabras cuando escribe "misma risa", así como en el modo de furia cuando escribe "con odio", ambos entre paréntesis. Luego de ello, le sucede una serie de cuestionamientos y exclamaciones creando contraste y diversidad tonos expresivos, y que, unido al discurso, deriva a una escena desbordante de sentimientos.

Cuando se refiere a la interpretación de las ideas finales que se desea plantear, se considera analizar desde cuando Albert Camus, en la voz Marta, pretende hacer explicito las conclusiones de su obra al público y dejarlos con el aturdimiento, utilizando las siguientes palabras: "Y antes de separarme de usted para siempre, veo que todavía me queda algo pendiente. Me queda desesperarla a usted".

Hay ideas que giran alrededor de las obras de Albert Camus, y una de ellas es la aceptación de la muerte pues ya hay una conciencia de lo absurdo de la vida. En su ensayo llamado El mito de Sísifo, se expresa esta idea:

Matarse, en cierto sentido, y como en el melodrama, es confesar. Es confesar que se ha sido sobrepasado por la vida o que no se la comprende. Sin embargo, no vayamos demasiado lejos en esas analogías y volvamos a las palabras corrientes. Es solamente confesar que eso "no merece la pena". Vivir, naturalmente, nunca es fácil. Uno sigue haciendo los gestos que ordena la existencia, por muchas razones, la primera de las cuales es la costumbre. Morir voluntariamente supone que se ha reconocido, aunque sea instintivamente, el carácter irrisorio de esa costumbre, la ausencia de toda razón profunda para vivir, el carácter insensato de esa agitación cotidiana y la inutilidad del sufrimiento. (Camus, 1985, p.6)

Marta, que tiene la firme decisión de terminar con su vida pues la única persona que deseaba al lado ha decidido unirse al "lecho pegajoso" en el que se encuentra su hermano y sus sueños frente al mar han sido truncados, se despide de María. Pero, antes, le recuerda que toda la tragedia no es producto de un suceso imprevisto que altera la marcha normal, que es parte del orden. Luego dirá sobre su hermano: ¡El muy estúpido tiene ahora lo que quería! Se ha reunido con la que buscaba. Todo ha vuelto al orden.

Este énfasis sobre el orden también se puede apreciar en su obra El extranjero, cuando Meursault, luego de su sentencia a muerte, en la cárcel, piensa en las posibilidades del estado de María Cardona. Dice: "Esa tarde reflexioné y me dije que quizá se habría cansado de ser la amante de un condenado a muerte. También se me ocurrió la idea de que, quizás, estuviese enferma o muerta. Estaba dentro del orden de las cosas". En El mito de Sísifo, Camus aclara lo conformista o indiferente que se puede ser cuando se crea la idea del orden como probabilidad de hechos posibles que corresponden a la vida, y brinda la siguiente explicación:

Todas las morales se fundan en la idea de que un acto tiene consecuencias que lo justifican o lo borran. Un espíritu empapado de absurdo juzga solamente que esas consecuencias deben ser consideradas con serenidad. Está dispuesto a pagar. Dicho de otro modo, si bien para él puede haber responsables, no hay culpables. Todo lo más consentirá en utilizar la experiencia pasada para fundamentar sus actos futuros. El tiempo hará vivir al tiempo y la vida servirá a la vida. En este campo a la vez limitado y atestado de posibilidades, todo le parece imprevisible en sí mismo y fuera de su lucidez. (Camus, 1985, p.36)

Con esta explicación que brinda Camus, se puede comprender la actitud fría con la que Marta enfrenta sin culpa el asesinato a su hermano y su posterior confesión. Pero tiene conciencia de su responsabilidad, sigue siendo humana, cargada de características humanas, y eso la embarga en un odio contra él. Marta se da cuenta que las aspiraciones que se realiza el hombre no tienen significado alguno pues al único punto a donde se dirige es hacia la muerte, entonces "¿para qué gritar hacia el mar o hacia el amor?". No vale la pena apuntar hacia la satisfacción de deseos puesto que estos son una ilusión y los sentimientos son, por lo tanto, una condena. Por ello, Marta le propone a María que pida a dios que le conceda ser como una piedra, luego añade: Ésa es la felicidad que él (dios) se reserva, la única felicidad auténtica.

Finalmente, en la escena que le sigue se muestra al personaje que ha tenido presencia en los momentos más importantes de la obra, pero de una manera pasiva. El cridado anciano, un hombre, hombre aparentemente mudo, que solo habla lo fundamental, que ha observado a Jan junto a María, que ha interrumpido a Marta cuando ella pudo ver el pasaporte, que ha recogido el pasaporte y no lo mostró a nadie, que entrega el pasaporte y se retira sin decir nada; en fin, que ha tenido las posibilidades de realizar intervenciones que pudieron modificar el curso trágico de la historia, responde al llamado de María y, cual sentimientos de piedra, responde con un insensible "no". Albert Camus finaliza la obra brindando un último indicio sobre la identidad del criado anciano, que conlleva a considerarlo como la representación de dios.

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Autor: Villanueva Amaya Edwin
Referencia informativa

Camus, A. (1985). El mito de Sísifo. Madrid: Losada.
Camus, A. (1944). El malentendido. Zaragoza: Titivillus.

Existencialismo en el discurso de Juan Pablo Castel (Artículo interpretativo)

   La tesis más conocida por la escuela filosófica existencialista, realizada por su máximo representante Sartre, es: “La existencia precede a la esencia”, y es de esta que se puede desprender, como una consecuencia, otras afirmaciones dignas de un análisis y comparación con la actitud de Castel frente a su existencia.

            Es necesario aclarar que la tesis del existencialismo invita a meditar que la circunstancia en las que se encuentra el hombre es a causa de sus acciones y no por parte de un ente superior que lo ha predispuesto todo. Sin embargo, el personaje principal de la obra El túnel, observa con una visión pesimista de la vida que tuvo, afirmando que en su recuerdo no hay gratos momentos, sino, una posible sucesión de circunstancias que se va agravando hacia su pasado más remoto:

“Casi podría decir que "todo tiempo pasado fue peor", si no fuera porque el presente me parece tan horrible como el pasado”.

            Las palabras muestran que Castel no lucha para cambiar sus circunstancias actuales dándole una perspectiva más positiva. Sábato invita a la reflexión sobre las consecuencias de no poder realizar una construcción autentica de nuestra personalidad, para una saludable convivencia con otros y consigo mismo, y no excusándose de un pasado condicionado. De este modo se muestra implícitamente una de las ideas del existencialismo que es la que se resume en esta frase: “Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros”.
            Una muestra de desencanto por el presente es sin duda un indicador de que hay una espera pasiva a la muerte, la espera voluntaria del fin de la vida. Este modo de llevar los días da por hecho un vacío de esperanzas, deseos y anhelos, dando pase a la falta de sentido de la vida. Como no puede ser de otro modo, esa pérdida de gusto por la vida deriva en el cuestionamiento de otras personas. El valor de la gente se vuelve nulo o minúsculo, y tiende a ser motivo de compasión o desprecio. Dice Juan Pablo:

Generalmente, esa sensación de estar solo en el mundo aparece mezclada a un orgulloso sentimiento de superioridad: desprecio a los hombres, los veo sucios, feos, incapaces, ávidos, groseros, mezquinos; mi soledad no me asusta, es casi olímpica. Pero en aquel momento, como en otros semejantes, me encontraba solo como consecuencia de mis peores atributos, de mis bajas acciones. En esos casos siento que el mundo es despreciable, pero comprendo que yo también formo parte de él; en esos instantes me invade una furia de aniquilación, me dejo acariciar por la tentación del suicidio, me emborracho, busco a las prostitutas. Y siento cierta satisfacción en probar mi propia bajeza y en verificar que no soy mejor que los sucios monstruos que me rodean”.

            Existe en el hombre, que se ha desorientado de los propósitos de su vida, una tendencia a creer, incrédulamente, que existe una dualidad de su persona. Esto es una respuesta al miedo, a la nada, una desesperada búsqueda de un motivo para vivir. El personaje principal había encontrado un rasgo de su personalidad en otra persona (María Ibarne) y se aferró a ella, intentó apoderarse de ese algo que creía que le pertenecía y que necesitaba. La deseaba y sin ella tendría que realizar una búsqueda o tendría que esperar la muerte.

“Volví a casa en un estado de profunda depresión, pero no por eso dejé de ordenar y clasificar las ideas, pues sentí que era necesario pensar con claridad si no quería perder para siempre a la única persona que evidentemente había comprendido mi pintura”.

            Esa condición que describe Sábato es un recurrente en la literatura de ese tiempo, solo basta mencionar la trama de la obra de Hermann Hesse, El lobo estepario, en la cual se extiende todo este drama en el personaje de Harry Heller. La plena conciencia de que el hombre es unas veces un hombre bueno, pero esa bondad es sinónimo de debilidad. Ese pensamiento conlleva a encontrarse en constante defensa.

¡Cuántas veces esta maldita división de mi conciencia ha sido la culpable de hechos atroces! Mientras una parte me lleva a tomar una hermosa actitud, la otra denuncia el fraude, la hipocresía y la falsa generosidad; mientras una me lleva a insultar a un ser humano, la otra se conduele de él y me acusa a mí mismo de lo que denuncio en los otros; mientras una me hace ver la belleza del mundo, la otra me señala su fealdad y la ridiculez de todo sentimiento de felicidad.

            La visión del hombre inseguro, temeroso, desorientado y preocupado es el que nos ofrece Ernesto Sábato en esta obra en el personaje de Pablo Castel. Pero no solo debe apuntar nuestra vista en él, sino que en el conjunto de personajes pues todos son una queja de la visión de la humanidad del autor.
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Autor: Villanueva Amaya Edwin

Referencia Informativa: 
Sábato, E. (2011) El túnel. Madrid: Cátedra

Influencia de César Vallejo en Blanca Varela

Blanca Varela nos ofrece un poemario con sus particularidades íntimos, pero con una influencia -quizá es mi percepción- en sentimiento al modo de expresión al César Vallejo de los primeros poemarios, Heraldos negros y Trilce. El siguiente extracto corresponde al poema Hojas de ébano, del poemario Heraldos negros.

Están todas las puertas muy ancianas,
y se hastía en su habano carcomido
una insomne piedad de mil ojeras.
Yo las dejé lozanas;
y hoy ya las telarañas han zurcido
hasta en el corazón de sus maderas,
coágulos de sombra oliendo a olvido.
La del camino, el día
que me miró llegar, trémula y triste,
mientras que sus dos brazos entreabría,
chilló como en un llanto de alegría.

 Tal cual César Vallejo cuando ofrece un ambiente oscuro, en el poema Los pasos, en la segunda estrofa, expresa una remembranza de la niñez con los detalles tiernos, pero sombríos a la vez.

Cuando niño di muchos,
aquellos cuentan hasta morir,
los más puros y crueles.
Aquel hacia la mariposa o hacia el gato
que murió al poco tiempo,
o aquel hacia la madre,
para llorar sobre su oscura falda sin olores,
sobre su vientre que amo todavía como mi casa,
pecera, nido sombrío y fresco.
Hay otros. Cada uno de ellos da dolor,
de sed aquel que lleva al agua
y el del amor es hueco, desdentado,
alimento pesado que me arroja en el más negro llanto,
en extrañas posturas de mono,
riendo de los dientes afuera
con la risa como una flor carnívora.
Pero todos los pasos
juntos, amándose y matándose,
suman, son un hombre que camina,
un peligroso instrumento contra la paz.

El análisis de sus pasos, la vivencia que tuvo, no lo llena de un ambiente festivo, por el contrario, a los elementos los describe grises e hirientes. Por ejemplo, cuando habla de la mariposa y del gato, agrega a este último el suceso mortal; cuando habla de su madre, la viste de una falda oscura y añade "pecera, nido sombrío y fresco".

Como se aprecia, Varela no tiene un vocabulario de modo que complique el entendimiento de lo que desea expresar; sin embargo, ofrece imágenes que representan constantes contradicciones. En el primer verso encontramos la primera contradicción, habla, como diría Gonzales Prada, desde los que pisan el umbral de la vida hasta los que se acercan a las puertas del sepulcro, cuando se hace referencia al niño y a la muerte. Aunque resulte muy lejana la contradicción, en el tercer verso se puede apreciar otro similar cuando describe a los pasos como puros y crueles. Otra paradoja, recurso retórico variante de la antítesis, se encuentran muy marcado en el verso dieciocho, "amándose y matándose".




Se ha ofrecido las estrofas de César Vallejo y de Blanca Varela, no para realizar una comparación valorativa, sino, para mostrar las particularidades que se pueden hallar y la influencia del poeta en Varela. Ambas estrofas corresponden al primer poemario de cada uno de ellos y lo estético es el modo único de describir sus sentimientos y recuerdos.


La recurrencia léxica se lo atribuyo a influencia de César Vallejo, en especial al de Heraldos negros pues los versos son íntimos, pero a la vez guardan un sentido humanístico, con un tono trágico-nostálgico y tierno al mismo tiempo; a la filosofía existencialista del momento, que recurren en cuestiones en torno al ser, entorno al arrojo del hombre al mundo y entorno a la muerte, teniendo como referente a Jean Paul Sartre y sus allegados más próximos, y el círculo literario de su tiempo, pues, se recuerda que el contexto es posterior a la segunda guerra mundial y la propagación de información es más intensa, de este modo los intelectuales se reúnen y las conversaciones giran sobre los temas filosóficos, ideológicos y sociales. Al ser el primer poemario, se percibe un léxico inicial de las influencias mencionadas y es así que se perciben a lo largo de la producción Ese puerto existe de Blanca Varela.
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Autor: Villanueva Amaya Edwin

Referencia informativa

Varela, B. (2017) Canto villano. Poesía reunida 1949-1994. Lima: Fondo de Cultura Económica del Perú

Análisis de la primera estrofa del poema "Carta" de Blanca Varela

La primera estrofa corresponde al poema Carta. En este hace una interesante descripción de los escritos que quedan y perduran en el tiempo, y una vez abierta, caen nuevamente al alma presente.

"Fruto abierto que el aire no corrompe,
hoja sin mella, jamás ennegrecida,
hacia ti va la sangre
y vuelve sin peligro,
sin puentes,
en ti reposa el pensamiento".

Este fruto abierto es un mensaje sentimental expuesto que ha quedado congelado en el tiempo. Este verso inicia con una musicalidad dentro de su propia métrica. La "r" de la palabra "fruto" concuerda con la "r" de "abierto", unidas con "to" terminal de las mismas palabras crean una rima muy sutil. Ambas palabras guardan los mismos tiempos, puesto que, la vocal "a" de la palabra "abierto" pasa inadvertida por sinalefa.

Análisis similar se puede observar en el golpe que genera /ke/ de la "q", que concuerda con el golpe con el que inicia de la palabra "corrompe". En "que el aire", se puede apreciar una repetición enfática de la vocal "e" que prepara el sonido final del verso. La letra "rr" de la palabra "corrompe" es una reafirmación del sonido "r" en "aire", lo mismo con la "n" de "no" y la "m" en "corrompe".

En el siguiente verso "hoja sin mella, jamás ennegrecida", se puede apreciar que la culminación de todas las palabras rima con la "a". La "j" de " hoja" hace concordancia sonora con "jamás", especialmente porque se presentan luego de la pausa. En "jamás ennegrecida", el sonido que brinda "enne" representa un desdobles del sonido, un rebote para que la "j" y "s" de "jamás" prepare el sonido de "g" y la sílaba "ci", respectivamente. Esto ocasiona, también, que quede silabas demás, pero el final "/a/" ya estuvo preparada y la "d", ligeramente, la reafirma. Esta reafirmación del "d" es importante porque el tonema de esta última frase enfatiza en "más" y muestra relevancia a "ci" para luego descender el tono en "da".

Al visualizar los versos que vienen en conjunto, se puede captar el modo de cómo es que se da la rima. Hasta el tercer verso se puede observar una correspondencia rítmica, que se unen al cuarto verso por los sonidos que ofrecen las palabras "ennegrecidas", "sangre" y "peligro". En el sexto verso se aprecia una unión con el cuarto y el quinto verso por el constante uso de la letra "p". Además, una peculiaridad del sexto verso es que la composición de las palabras parece un regreso ("...posa el pensa..."), done la "l" da la impresión de una elática, y las otras vocales restantes se unen como un anagrama.
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Autor: Villanueva Amaya Edwin

Referencia informativa

Varela, B. (2017) Canto villano. Poesía reunida 1949-1994. Lima: Fondo de Cultura Económica del Perú